Nota Emboscada: Subimos el siguiente texto escrito por algunxs compañerxs revolucionarixs del territorio chileno (agosto, 2011), con el afán de propagar y aportar a una cultura de seguridad, como lo hemos ido haciendo con las guías y tips de seguridad informática, siendo esta vez el turno de la seguridad en el plano físico, tanto para actividades ilegalistas como en nuestro cotidiano.
Porque sabemos que el enemigo nos busca, vigila y persigue buscando atraparnos y encarcelarnos, pero también sabemos que es y será vulnerable, hacemos el llamado a hacernos cargo de todo lo que conlleva caminar por la ilegalidad, incluyendo la responsabilidad necesaria para no caer en manos enemigas y poder seguir caminando y accionando en la calle. Que el vivir activxs no signifique regalarnos o despreocuparnos de las posibles consecuencias, si lo vamos a hacer, procuremos hacerlo bien, proyectándonos a la continuidad del ataque el día de mañana. Si bien para nosotrxs la cárcel es una posibilidad bastante cercana, debemos evitarla lo que más podamos, no dejando de actuar, sino que aumentando nuestra seguridad teórica y operativa/práctica.
Reflexiones y consejos solidarios para la seguridad del accionar revolucionario.
¡Por la proliferación de los ataques al poder, a reproducir y contagiar la revuelta!
Introducción.
Por estos días el territorio dominado por el estado chileno, se encuentra convulsionado. Marchas, cacerolazos y actos culturales, han sido la tónica de la demanda ciudadana por una educación sin fines de lucro,.Desde los puestos de la dirigencia estudiantil y gremial docente, el llamado es a movilizarse pacifica y democráticamente por un derecho propio de todo ciudadano: acceso a la educación. En otro plano y recordando hace tiempo atrás los ciudadanos chilenos se movilizaron por detener los embates de la acumulación capitalista, manifestándose en contra del proyecto hidroeléctrico «hidroaysen». En ambos casos, y como se ha evidenciado hasta el día de hoy, aquel llamado fue desbordado por individualidades y grupos que extendían su accionar más allá de marchar coloridamente por las calles. Rayados, barricadas, autos quemados y ataques a la propiedad pública y privada se extendieron por la capital del Estado chileno así como también en regiones (La Serena, Valparaíso, Concepción, Temuco, Punta Arenas, entre otros), siendo testigos de bellas expresiones de revuelta callejera, expresiones que no se desarrollaban tan masivamente desde fines de la década de los 80 en Chile. Este contexto de revuelta callejera, sin embargo no reconoce frontera, y así en países como Inglaterra, Grecia, Siria, Egipto o Albania los rebeldes han dado un paso adelante desbordando la protesta ciudadana: robando armas en comisarias, incendiando la propiedad privada, atacando a la policía,etc. En cada jornada de protesta más y más gente se suma, demostrando la rabia y el odio frente aun estado de cosas opresivo y explotador. (Particular es el caso de países como Siria, Egipto o Albania, en donde el derrocamiento del dictador o presidente de turno es apoyado por otros estados burgueses para seguir expandiendo en el mundo el imperio de la democracia y el capital).
Es imposible para nosotrxs como sujetxs revolucionarixs en revuelta y en guerra contra la autoridad, hacer la vista a un lado cuando vemos que el contexto se agudiza, imposible resulta mirar para otro lado cuando somos testigos y protagonistas de cómo dentro de la protesta las posiciones de los que participan en ella se definen. Desde el estado, y desde los elemntos politicos de la oposición fictisia (partidos políticos socialistas, comunistas, de centro o incluso estructuras partidarias leninistas), desde los medios de prensa burguesa, desde la sociedad civil y democrática, la posición es una: condenar el paso a la ofensiva, poner en el banquillo de los acusados a cualquiera que ataque este orden de cosas autoritario, humillar y ridiculizar a aquel o aquella individux que rompe sus cadenas a través de la acción directa.
Comprendemos el contexto social en que nos insertamos, sin embargo creemos que los distintos actos de manifestación son muchos mas bellos y enriquecedores cuando se enfrentan al poder en todas sus formas: no solo por educación, no solo por la madre tierra, no solo por derrocar un gobierno, no solo por un «salario digno», sino que por recuperar nuestra vida y cada aspecto de ella, vivir en verdadera libertad, no en aquella falsa ilusión que nos ofrece el modelo democrático social. De ahí que sus formas pacificas de manifestación, sus cuotas de participación, no nos interesan, son un engaño mas por parte de ellxs, comprendemos que la raíz del problema es la autoridad, el capital y todas sus expresiones, y entendemos entonces que cada protesta debe ser desbordada para dejar aquello en evidencia. Ahora bien ¿Cómo nos insertamos desde la autonomía en el actual contexto de agitación y movilización social, apuntando siempre a desbordar la protesta? Nuestro interés es que las ideas y prácticas de autonomía y libertad se propaguen en el conjunto de personas que nos rodea, de ahí que parte de nuestro esfuerzo se oriente a lograr que esto se cumpla. Tambien nuestra actividad se orienta a agudizar nuestras prácticas, conocimientos para crecer como individuxs en lucha y aprendizaje constante.
La lucha callejera es una manera de desbordar el carácter ciudadano y funcional que las movilizaciones sociales poseen la mayoría de las veces. En las situaciones de protesta es importante la resistencia física y saber aprovechar las distintas situaciones que se presenten. Por ejemplo, saber desenvolverse en las calles, es muy importante: la movilidad en las revueltas callejeras, la seguridad personal y de lxs compañerxs, organizarse solo o acompañado, planificar qué hacer y qué se debe ocupar, entre otras variables tienen que ser consideradas al momento de luchar en las calles y en todo momento.
Esta claro que en las marchas estamos mostrando nuestro repudio al sistema. Pero luego que termina la jornada de protesta ¿cómo seguir atacando al enemigo? Ejemplos de lucha autónoma existen variados en la historia, aprender y nutrirse de ellos resulta muy importante, pues nos permite reflexionar y tensionar nuestro actuar revolucionario, en pos de aprender y dotar de cualidades nuestras tácticas y estrategias de ataque. Conocemos y rescatamos combates y experiencias de lucha de otras épocas y lugares: propagandistas por el hecho como Bresci y Ravachol, expropiadores y solidarios revolucionarios como Severino Di Giovanni y Miguel Arcángel Rosigna, Grupos autónomos de propaganda armada y apoyo a las luchas sociales como el MIL y los GARI; el FLA y la lucha antiespecista, el aun mas reciente Frente Anarquista Informal y la Conspiración de las Células del Fuego en Europa. En Chile el FPMR, MAPU LAUTARO, y KAMINA LIBRE, constituyen experiencias de lucha recientes, que a pesar de ser proyectos verticalistas y leninistas, numerosos son los aprendizajes que de aquellas experiencias podemos extraer. Individualidades, grupos autónomos y otras organizaciones constituyen experiencias de lucha por la libertad. Son experiencias que a punta de fuego, balas, bombas, barricadas y mucho compañerismo se fueron nutriendo y se forjaron a partir de la voluntad de luchar pasarndo al ataque. Todas estas experiencias y otras que no se han nombrado son el reflejo de aquello que tanto deseamos en la vida, el motivo que nos une a tantxs compañexs de hoy con compañerxs de ayer: la lucha por ser libres, pero sentirnos libres no es solo sentirnos violentos contra la autoridad, la violencia es solo uno de los medios que utilizamos , no el fin último de nuestra lucha…
Deseamos lo más pronto posible el ocaso de esta y cualquier sociedad, para ello nuestro actuar revolucionario debe ser audaz, utilizando siempre a nuestro favor el factor sorpresa, como lo bien lo sabían las viejas guerrillas. Estamos en guerra contra un enemigo gigante pero no eterno. Sabemos que para defender la sociedad y sus intereses propios, el Estado esta armado y dotado de una infraestructura muy superior a la nuestra, esta claro que no disponemos de los mismos medios que el Estado posee (tampoco nos interesa construir un ejército), pero existe un gran punto a nuestro favor que hace que sus armamentos, medios y técnicas pasen a ser utilizadas por nuestras manos. Para conseguir que el estado, la autoridad, el sistema y la sociedad que lo sustenta entren en crisis y sientan el peso de nuestros golpes, la lucha y nuestra capacidad creadora nos brindan numerosas posibilidades. En lo que respecta al actuar revolucionario violento, rescatamos tres puntos fundamentales, que deben considerarse para que la lucha permanezca viva y duradera: organización (individual y/o colectiva), seguridad y material, por este motivo es que sentimos la necesidad de publicar y dar a conocer la tensión que ronda nuestras cabezas: ¿Como minimizar las posibilidades de caer en las manos del enemigo y como maximizar nuestra capacidad de acción de manera segura y responsable? Con esto no se pretende paralizar el actuar, sino más bien aportar a la lucha revolucionaria.
A continuación expondremos algunas experiencias, consejos y conocimientos referentes a qué hacer en situaciones de protestas callejeras; también aportamos un poco de información sobre cómo funciona el aparato represivo del poder; terminando con unos pequeños pero valiosos consejos sobre las posibilidades y conocimientos que existen en el hoy para organizarse como un grupo autónomo y pasar a la axion con mayor seguridad. Insistimos, todo esto lo entregamos a modo de aporte solidario a nuestra lucha por la libertad, no es un canon a seguir ni un manual sagrado.
Compañerxs, esperamos que este texto sea un aporte y sirva para cuidar vuestras vidas. Si nosotrxs vivimos, la lucha vive. Las cenizas del capital, la destrucción del orden de las cosas o la muerte de la autoridad y quienes la alimentan es parte de nuestro mayor anhelo por sentirnos y ser verdaderamente libres, para ello pasamos al ataque y aceleramos en cada día el ocaso de la sociedad.
¡¡¡GUERRA SOCIAL!!!
I) Cuidándonos en las marchas y en la lucha callejera.
Analizando las marchas y la lucha callejera como momentos en que es posible atacar al sistema y sus símbolos (propiedad privada y publica) creemos que es bueno profundizar en aspectos prácticos que nos ayudarán a desenvolvernos de mejor manera en dichas instancias de lucha. Sabemos que en marchas y grandes manifestaciones (como ha ocurrido en estos últimos meses) el Estado tiene tácticamente preparado el terreno para intentar controlar y ganar la calle. Cuando se desbordan los limites impuestos por la autoridad, con sus carros lanza aguas, agentes infiltrados y cantidad exagerada de Fuerzas Especiales. Ahí tenemos un desafio -que sin duda se ha logrado en las ultimas manifestaciones-, ganar la calle y reventarla, demostrando que somos muchxs e incontrolables lxs que combatimos al Estado y su policía (ya sea uniformada o ciudadanxs que arremeten contra lxs compañerxs que en la calle destruyen los símbolos del capital).
Un punto importante a resaltar es que en las ultimas manifestaciones lxs compañerxs sorprendidos por la policia con bombas molotov no han sido un número menor. Más de diez compañerxs han sido detenidxs por portar dicho material, creemos que tenemos que tener cuidado no solo cuando se porten dichos materiales ya mencionados, sino que se actue con cautela, si es que vamos lanzar piedras, rayar una pared, destruir propiedad publica, etc. El Estado tiene una maquinaria de represión lista para castigar las alteraciones provocadas hacia el sagrado orden social, muchxs ciudadanxs se creen superhéroes y enfrentan a lxs encapuchadxs agrediendolxs como lo hace cualquier policía e incluso peor. No queremos más compañerxs en manos del enemigo. Queremos continuar desbordando los cauces normales de la protesta social. Nuestra libertad no se enreja ni se acordona, tampoco se limita a una fecha a una marcha. Pero aquí estamos, agudizando el conflicto con el poder con nuestra propuesta de acción liberadora contra toda forma de autoridad.
Acá van unas recomendaciones para así evitar lo más posible caer en las manos del enemigo en las marchas y en la lucha callejera…
– Nunca recomendamos hacer destrozos de manera solitaria, siempre tratar de estar con alguien más para defendernos de las agresiones de los “policias ciudadanos”. Si vas solo trata siempre de juntarte con mas compañerxs ya que está pasando que la ciudadanía al ver a un compa solo, se le abalanzan y se le tiran encima por estar destruyendo los símbolos del capital. y obviamente a los policías también se le hace mas fácil atrapar a unx compañerx que se encuentra solx.
– Tenemos que evitar lo mas posible el acoso de cámaras, ya sean las de vigilancia, como la de los mismos reporteros o manifestantes, ya que eso siempre le sirve a la inteligencia policial para identificar a lxs que en la calle combatimos. Hace algunas semanas un menor de 14 años fue sorprendido después de haber lanzado una bomba molotov a la policía, gracias a las fotos sacadas por un policía de civil.
– Por lo expuesto anteriormente tenemos que cuidarnos y saber cubrirnos bien la cara al momento de combatir en la calle. La capucha tiene que tapar la cara en su totalidad, no olvidemos que la policía trabaja con las ultimas tecnologías y con solo identificar tus ojos o alguna cicatriz que te caracteriza te pueden identificar.
– Si llevamos a la manifestación bombas molotov o cualquier herramienta para fines de enfrentamiento, procurar que estén limpios (sin huellas) y siempre utilizar guantes para no dejar rastros.
– Cuando se esté en la manifestación, siempre tratar de identificar a los policías infiltrados, hay casos que lxs civiles están en las marchas lanzándoles piedras a sus colegas y esperan el momento preciso para dar aviso a de lo que ocurre dando datos de los manifestantes o de posibles vías de escape de estos.
– Si vas con unx compañerx o te encuentras con algúnx conocidx en el momento de la lucha callejera, nunca lo llames por su nombre ya que esos datos le sirven a los agentes del poder que se infiltran.
– Para organizarte solx o acompañadx, no uses teléfono para comentar lo que tienes planeado o lo que pasó en la marcha (menos Internet, facebook u otros mecanismos virtuales de control social). Mientras menos sepan lo que quieres hacer o haz hecho, mejor. La delación o auto delación ha sido uno de los peores enemigos de lxs rebeldes en lucha. Unx tiene que hacer lo que estime conveniente porque le nace y no para demostrar cosas a lxs demas. Si hace bien hay acciones que pueden ser ampliamente difundidas, nunca se tiene que saber quien fue.
– La ropa que utilicemos tiene que solo ocuparse para esa instancia y despues de usarla es mejor botarla, ya que si llegan a dar con tu identidad ya sea por que lograste tu objetivo en una marcha (agredir a un policia, destriur o quemar algo) y las cosas no resultaron como esperabas en su totalidad lo primero que buscarán son las ropas que en ese momento ocupaste, para usarlo como prueba en tu contra. Si vas a utilizar tus zapatillas y no las vas a botar cúbrelas con genero o con lo que a ti mas te acomode.
– Por ultimo no olvidemos que el enemigo se guía por las apariencias, si vas a las marchas con un objetivo claro, siempre busquemos que se cumpla. Evitemos andar con parches o estéticas que den pistas a la policia, evitemos vestirnos totalmente de negro, tenemos que estar atentxs para que en el momento preciso nos cambiemos de ropa y parecernos lo menos posible a como llegamos a la marcha. Y al momento de botar nuestra ropa de combate, déjala lo mas lejos del lugar de los hechos. Si es posible mejor quémala o bótala en un lugar al que nadie tenga acceso.
Esperamos que estos consejos y datos sean un aporte para lxs compañerxs que entienden que en la calle se lucha de todos medios posibles. Nunca poniéndole la otra mejilla a la policía. Nos vemos en la calle destruyendo todo símbolo de autoridad y demostrando que no caeremos nunca en el juego de la democracia y mucho menos en su reformismo. No le pediremos a las autoridades que nos gobiernen de mejor manera. Nosotrxs agitamos por que nos reconocemos como explotadxs en guerra y por ende en cada conflicto donde haya una chispa de resistencia anticapitalista que no transa con el estado y capital, estaremos aportando como lo estimemos mas conveniente, pero siempre con un objetivo claro, que es atacar a quienes nos dominan y romper con este orden de explotación que nos quieren imponer.
II) ¿Cómo funciona la represión?
Quienes luchamos por vivir en una forma de vida totalmente opuesta al sometimiento del orden social no debemos olvidar jamás, bajo ninguna circunstancia, por muy apacible que parezca, que nuestro enemigo tiene variadas formas de operar, es global, complejo y absolutamente despiadado. Tiene a su disposición una cantidad enorme de recursos técnicos y humanos para mantener el control en el territorio mundial y local; lo sustentan los Estados de todo el planeta, todas sus fuerzas armadas, funcionarios, transnacionales, grupos políticos defensores del sistema, la burguesía acomodada, lxs ciudadanxs que defienden el orden social,etc., etc.
El enemigo además cuenta con vasta experiencia y sistematizada preparación en la lucha contrarrevolucionaria, recursos estatales y privados ilimitados, influencia cultural en la religión, control ideológico de los medios de comunicación masivos, tecnologías avanzadas desconocidas para el común de la gente. También mantiene a sueldo a las mentes más brillantes del mundo para continuar perfeccionando el sistema y posee además un ejército de bestiales torturadores dispuestos a cometer los crímenes más inconcebibles. El enemigo también establece y refunda innumerables coordinaciones regionales y globales en materia económica, militar, inteligencia y represión. Según el caso, las circunstancias y su análisis respeta y usa distintos niveles de legalidad y “orden democrático”, o bien actúa brutalmente al margen de toda regulación.
Todo ello con un único, claro y permanente objetivo: aniquilar la lucha revolucionaria. A pesar de ello, la experiencia histórica muestra cómo el accionar revolucionario y su proyección es totalmente posible, pero bajo ningún concepto es algo fácil. La mejor evidencia de que el orden social es vulnerable y derrotable es la existencia misma del colosal aparato contrarrevolucionario necesario para mantenerlo. Por eso para alcanzar nuestros objetivos debemos partir por conocer al enemigo y dedicar esfuerzos a esa tarea para movernos con seguridad, responsabilidad y cautela dentro de la lucha que libramos.
La estructura de la represión
El aparato represivo de los Estados es más que el contingente policial que se ve en las calles. Está compuesto por una orgánica contrarrevolucionaria de seguridad e inteligencia, cuyo fin es identificar, vigilar, controlar, neutralizar y eliminar a sus objetivos de interés. Son objetivos de interés para la represión todas aquellas personas, grupos, organizaciones y/o movimientos que representen o puedan llegar a representar un peligro para el orden social de sometimiento existente. Los objetivos de interés varían según los contextos históricos y según los matices de cada Estado. Por ejemplo, durante la dictadura militar en Chile el Partido Comunista era un importante objetivo de interés que se buscaba aniquilar, pero en democracia este partido se convirtió en aliado de la Concertación al abandonar sus planteamientos de clase y hoy son una parte más del cóctel democrático que mantiene el sistema. En los Estados comunistas se persigue a otro tipo de enemigos internos y así los objetivos de interés pueden variar, pero lo fundamental es que las centrales de inteligencia de cada Estado siempre tienen alguien a quien perseguir y se estructuran –con algunas variantes- más o menos de la siguiente manera:
Estado Mayor: integrado por los altos cargos de las fuerzas armadas y las policías bajo la coordinación de algún responsable ante el gobierno, ya sea el Ministerio del Interior u otro cargo de importancia gubernamental. Aquí se coordina, integra y se da visión de conjunto al trabajo represivo dictando las órdenes a seguir.
Secciones especializadas: equipos especializados en investigar, seguir, analizar y controlar sectores en lucha, como agrupaciones políticas, indígenas, estudiantiles, colectivos, centros culturales, etc. Con el fin de mantener un estudio detallado de sus actividades, integrantes, planteamientos, etc. cada sección se aboca a un grupo específico y cuenta con su aparato de espías y soplones.
Soporte técnico: Son todos los medios técnicos con que cuentan las centrales de inteligencia. Por ejemplo, laboratorios fotográficos, audiovisuales, dactilares, balística, forenses y todo lo que requiera cada sección especializada. El enemigo cuenta con una amplia tecnología a su disposición para espiar el accionar revolucionario, como diminutos micrófonos y cámaras de largo alcance u ocultos en espacios de interés, para escuchar conversaciones y grabar a distancia. El uso de la localización de personas vía GPS o por medio de antenas de celular que localizan a quien lleva el aparato son las formas más tecnológicas que se conocen actualmente y son utilizadas hoy en día por los aparatos represivos según sus necesidades.
Operaciones: Órgano que coordina la planificación y ejecución de las tareas operativas y acciones represivas concretas como brigadas de seguimiento, detenciones, torturas, etc. En ocasiones, si es necesario pagan a individuos ligados al mundo del hampa para realizar ciertas tareas o involucrarse en alguna investigación. Este es el caso de los narcotraficantes presos que declararán como testigos protegidos por la fiscalía en el juicio del “Caso Bombas”, bajo la promesa de recibir beneficios a cambio de inculpar a los imputados del caso con falsas declaraciones. Cuadros: son miembros de la inteligencia que chequean a quienes trabajan en ella para verificar que su vida publica y privada no es un peligro para la orgánica represiva. Colaboradores secretos: agentes encubiertos, informantes y soplones que realizan tareas de infiltración.
La infiltración.
Toda central de inteligencia posee un aparato de colaboradores secretos: es la red de agentes, informantes y soplones que establece la orgánica represiva en lugares y objetivos de interés. Son redes independientes y compartimentadas donde una serie de individuos que no se conocen todos entre sí trabajan con un jefe. Por ejemplo, en un sector donde haya espacios de interés para la represión (universidades, casas ocupas, tocatas antisistema, etc.) puede haber unx infiltradx o un soplónx en cada uno de estos espacios que se junte con su jefe para rendirle cuentas o entregar informes periódicos sin conocer a lxs demás soplonxs de los otros espacios. Estxs agentes encubiertxs pueden ser infiltradxs con distintas motivaciones. Están lxs que lo hacen por convicción ideológica de servir a la patria, al Estado, al orden social u otros fines superiores. También están lxs que simplemente lo hacen por dinero. También lxs que lo hacen porque han renegado de la lucha, por no resistir la prisión o torturas, por chantaje, etc.
Existe también lo que se llama infiltración por puente, en la cual se infiltra un espacio, grupo u objetivo de interés menor para llegar a otro de interés mayor que sea más complejo de infiltrar. Algunxs infiltradxs pueden incluso “hacer carrera” en un espacio o grupo de interés, como sucedió en Chile dentro de las organizaciones armadas que lucharon contra la dictadura y luego siguieron luchando en democracia como el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) , el Movimiento Juvenil Lautaro (MJL) y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), donde hubo casos de agentes encubiertos que ingresaron a dichas estructuras participando de sus actividades al mismo tiempo que trabajaban para el enemigo. También está el caso de algunxs militantes animalistas presxs en EEUU luego de haber sido delatadxs por amigxs o parejas que participaban con ellxs en ciertas actividades y luego se descubrió que eran agentes del FBI.
¿Qué se puede hacer ante la infiltración en los espacios de lucha? Esto es realmente complejo, pues dentro de la lucha libertaria informal no existen estructuras organizativas jerárquicas o permanentes al estilo de la vieja militancia marxista leninista; tampoco se reconoce la lucha armada o clandestina como la única vía de acción, al contrario, se valora el encuentro de individuos en instancias públicas como discusiones, foros, tocatas, etc. La estrategia de la represión en Chile ha sido acusar a compañerxs conocidxs o que participan de instancias abiertas de ser sujetos organizados en una asociación ilícita terrorista que coloca bombas, pero eso no es más que una sucia jugada ante la incapacidad de encontrar responsables. Por eso, la policía se infiltra en marchas, tocatas, actividades en centros sociales, grupos de amigos, etc. y de especial interés son aquellas instancias donde prima el amiguismo o donde la gente bebe alcohol y se droga, pues ahí es más fácil sacar información.
Reconocer a un infiltrado no es algo fácil, pues el enemigo no es tonto y sabe disfrazar a sus agentes. Pueden utilizar la misma ropa o lenguaje del entorno que se desea investigar. Pero a veces son también burdos, ya sea por negligencia o para mostrar que existe una vigilancia especial. Lo importante es que no se puede caer en pensar que todx desconocidx que se acerca es un agente encubierto, ya que esto solo genera desconfianzas y conflictos innecesarios entre compañerxs.
Pero existen ciertos indicios que pueden sembrar la duda, como alguien que incita a una persona o a un grupo a realizar acciones ilegales, alguien que incita a relajar aspectos de seguridad en acciones, alguien que de pronto aparece con grandes sumas de dinero que no justifica o que se cambia de trabajo y estudio con facilidad, alguien que es detenidx y soltadx varias veces sin mayores consecuencias judiciales, alguien que estando presx dentro de un grupo tiene tratos especiales y beneficios que otrxs no, etc. Todo esto obviamente tiene una delgada línea que hace delicado el asunto. A veces nos topamos con compañerxs que solo caen en la imprudencia de preguntar más de la cuenta pero sin mala intención. Eso no quiere decir que sean soplones de la policía, pero ahí basta con comentar que hay cosas que no se preguntan porque son delicadas y punto. Ahora, si realmente existen sospechas fundadas de tener cerca a unx infiltradx, se le puede interpelar directamente (de dónde salió, por qué pregunta tanto, etc. Todo depende de la situación) o alejarlo inteligentemente de nosotrxs.
Los seguimientos.
Sabiendo que todx revolucionarix debe considerarse un objetivo de interés para la represión y por lo tanto objetivo de posibles seguimientos, es que hacemos esta breve reseña con el fin de compartir conocimientos y no para crear paranoias que hagan pensar un complot en contra de todos y cada unx de lxs revolucionarixs. Los seguimientos son una realidad dentro de la lucha y como tal hay que afrontarlos con seriedad y responsabilidad.
Para controlar a sus objetivos de interés, el aparataje represivo realiza seguimientos o chequeos con el fin de conocer actividades de ciertas personas o espacios, para conocer los espacios y personas que frecuentan, rutinas, reacciones ante la presencia policial, etc. Esta labor la llevan acabo agentes encubiertos a pie o en vehículo, y dependiendo de lo requerido utilizan medios técnicos como micrófonos y cámaras. Una modalidad de seguimiento es donde los agentes intentan no ser vistos por el objetivo de interés para poder seguir sus pasos de manera silenciosa sin ser descubiertos. Otra modalidad es un chequeo demostrativo en la cual los agentes se muestran para ver la reacción del objetivo de interés. Incluso pueden mezclar ambas modalidades para que el objetivo de interés crea ser seguido por uno o más agentes evidentes cuando en verdad está siendo vigilado por otrx(s) que pasa(n) desapercibidx(s).
Los métodos de seguimiento también pueden variar. Pueden ser de un punto fijo vigilando un espacio en particular, o varios agentes apostados en la ruta cotidiana de un objetivo de interés al cual se le conoce la rutina. Pueden ser seguimientos con unx o más agentes a pie, en bicicleta, otros vehículos o una combinación de todo, que siguen al objetivo de interés en su camino por la espalda, en la vereda contraria o de ambas formas. También pueden ir encontrándolo de frente o rodeando las calles por las que transita para interceptarlo en algunos puntos. Esto es lo que se conoce, pero la policía reinventa y perfecciona sus métodos, por eso no hay que confiarse. A veces lxs agentes que realizan seguimientos pueden disfrazarse de vendedorxs, estudiantes, ciegxs, embarazadas, escolares, hippies, punks, obrerxs o lo que podamos imaginar. Pero tampoco hay que desconfiar de todx quien que se nos cruza por el camino, solo estar alertas y con la mente lúcida. Formas para evadir estos seguimientos serán explicadas después.
Las detenciones.
Hay que tener en cuenta que las detenciones y torturas, sus formas y características, no obedecen nunca a una norma general. Son producto de una compleja combinación de variables. Entre ellas, son importantes: a) El contexto represivo que se esté viviendo (si hay democracia, estados de emergencia, dictadura, etc. Aunque en una democracia, elementos propios de una represión cruel y dictatorial son elementos que permanecen a nivel encubierto.) b) Quien realiza la detención: qué organismo la realiza, cuales son sus grados de crueldad o apego a las formas legales. Incluso el tipo psicológico y estado de animo de lxs que detienen o interrogan son elementos influyentes (si están vengativxs, furiosxs, contentxs, etc.). c) El objetivo de la detención (si es casual, si precisan información urgente, si será usada como castigo ejemplificador, etc.) d) Situación especifica y gravedad de la detención (qué tanto conocen del detenido, su participación directa en acciones, si ha sido detenido en enfrentamiento, bajo qué cargos, etc.) e) Múltiples otras posible y eventuales variables: coyunturas políticas, relaciones personales delx detenidx, involucramiento casual de terceras personas, etc.
Nunca hay que olvidar que la detención por el enemigo, bajo cualquier circunstancia, es una prolongación de la misma lucha que libramos en la calle, solo que en otro escenario, con otras características y armas a utilizar. La errada postura de que al caer en manos enemigas o bajo su vigilancia se acabó la lucha llevó a muchos revolucionarios en el pasado a traicionarse a así mismos, a sus ideas, valores, a la causa y lxs compañerxs. Tener conciencia de ello permite enfrentar aun las más terribles condiciones de encierro y/o tortura con concentración, fuerza, inteligencia y serenidad para vencer debilidades y conquistar la victoria en este campo de batalla específico.
Desde que nuestra vida se vuelve un hecho revolucionario en si mismo, debemos considerarnos posibles objetivos de seguimiento y persecución por parte del enemigo. Esto no puede hacernos caer en la parálisis, pero si asumir ciertas precauciones con lo que hacemos y decimos. Un comprometido trabajo de seguridad revolucionaria permite aminorar riesgos y prevenir situaciones más terribles en caso de detención. Por ello es importante conocer métodos de seguridad y siempre hay que anticiparse a una detención, manteniendo nuestras pertenencias libres de elementos comprometedores que puedan vincularnos con acciones ilegales, conversar ciertos temas con amigos de confianza y familiares para que no les pille de sorpresa en caso de ser detenidxs y puedan actuar de manera adecuada (obviamente nunca diciendo que unx participa en actividades ilegales) Hay que siempre anticipar una detención en relación a un contexto represivo general y nuestra situación particular.
La detención se realiza para que el individuo imputado con cargos delate o informe sobre ciertas actividades (suyas o de otros) mediante al aniquilamiento psicológico. Una detención puede darse en: una calle, domicilio, herido en combate, etc. Ante una detención, todxrevolucionarix debe aprender a mantener la calma, controlándose y manteniendo la serenidad que le permita evaluar y analizar la situación presente para poder enfrentar torturas o elaborar su defensa, ya sea negando vínculos e imputaciones (cuando el enemigo solo maneja supuestos) o defendiéndose de manera política asumiendo responsabilidad en los hechos imputados.
Se debe tener presente que no se debe firmar ningún documento, cargo, acta de incautación o papel en blanco, aduciendo desconocer materiales encontrados para lo cual se debe emplear una coartada adecuada que en el futuro permita enfrentar los procesos (hay que recordar que el enemigo frecuentemente “siembra” pruebas para lograr quebrar la resistencia).
Al ser detenidx, es imprescindible la concentración y control mental para determinar al máximo la situación, realizando un análisis de inteligencia de todos los detalles (que organismo detiene, cuanto saben, cuanto ignoran, que puedo aprovecha a favor propio, etc.) Si se cae con compañerxs, debe apoyárselxs, ayudar a ser fuertes y no quebrarse en las convicciones.
Mantener absolutamente la sangre fría, no dejarse intimidar ni provocar, no responder preguntas sin la presencia de un abogado (esto es un recurso legal) ni antes de haberse aconsejado por éste. Hay que tener claro que los abogados públicos sirven al Estado y es preferible no utilizarlos. En caso de requerir un abogado, este debiera ser cercano en ideas (anticapitalista, pro-DDHH, defensores de luchadores, etc.). El abogado puede orientar el proceso, pero esto no significa que deba orientar y dirigir la conducta revolucionaria. Si se responde un interrogatorio sin la presencia de un abogado (lo cual no se recomienda) en caso extremo hay que hacerlo luego de haber reflexionado suficiente qué se dirá. Pero ante todo, recordar que lxs revolucionarixs desde hace decenas de años recomiendan no hacer declaraciones, no decir nada, porque: a) Explicarse es peligroso ya que se está en manos de profesionales capaces de sacar partido a la menor palabra, descontextualizando expresiones y frases mientras puedan; toda “explicación” les proporcionará información valiosa. b) Mentir es extremadamente peligroso, ya que es casi imposible construir una historia sin defectos; es demasiado evidente. Es también casi imposible improvisarla, siempre pueden aparecer algunas contradicciones, sobre todo si se está en grupo y los interrogatorios son por separado.
En una detención no hay que tratar de hacerse el/la más astutx: la desproporción de fuerzas es demasiado grande en el terreno del enemigo. En algunas prisiones lxs reincidentes escriben esta enérgica recomendación que puede ser aprovechada por lxs revolucionarixs: ”¡No confesar jamás!”
No dejarse sorprender ni desconcertar por la clásica afirmación – ¡Lo sabemos todo! Esto nunca es cierto. Es un truco usado por todos los policías y jueces de instrucción con todxs lxs detenidxs. No dejarse intimidar tampoco por la acostumbrada amenaza: -¡“Te va a costar caro”! Las confesiones, las malas justificaciones, la creencia en los engaños, los momentos de pánico, esos son los que realmente cuestan caro. Pero cualquiera sea la situación de unx acusadx, una defensa firme con muchos silencios y pocas afirmaciones y negaciones, sólida, no pueden sino mejorarla.
No creer en nada de lo que nos dicen. Por ejemplo: -Ya lo sabemos todo por boca de tus compañerxs. No creer nada aunque traten de probarlo, ya que con unos pocos indicios reunidos el enemigo es capaz de fingir un conocimiento profundo de las cosas, incluso si indicaran que alguien “ya lo dijo todo”, esto ya nos da motivos para redoblar las precauciones. No saber, o saber lo menos posible sobre qué cosas o sobre quienes se nos está preguntando.
En momentos de interrogación confrontacional conservar la sangre fría actuando con serenidad, no manifestar asombro, se debe insistir en no decir nada. Jamás firmar un documento sin haberlo leído bien. Ante la menor duda o sospecha, lo mejor es no firmar nada, negarse a hacerlo. Si la acusación se basa en una falsedad (esto ocurre con frecuencia) no indignarse ni hacer nada sin la ayuda del abogado defensor, que debe ser unx compañerx o por lo menos tener alguna cercanía de ideas con nosotrxs.
Frente a jueces y fiscales: hay quienes deciden hacer de esta instancia un momento de denuncia sobre las prácticas del poder o una trinchera de lucha. Hay quienes recomiendan que esto puede hacerse o no dependiendo de las circunstancias. No obstante, lo importante es tener claro que no podemos ceder ante las ideas del poder. La verdad del poder es siempre una irritante falsedad. La igualdad ante la ley, los debidos procesos y la imparcialidad son armas discursivas de los explotadores que se materializan en la práctica bajo la forma de un aparato judicial que intenta aplastar todo lo que pueda poner en peligro al sistema. La verdad de ellos no es la nuestra. A los representantes del poder, un revolucionario no tiene por qué respetarlos ni darle cuenta de sus actos. La verdad solo se la debemos a nosotrxs mismxs y a nuestrxs compañerxs.
Ante jueces y fiscales se debe desarrollar una adecuada defensa. Hay quienes recomiendan negar los cargos salvo casos excepcionales. Evitar mostrarse inquietx o nerviosx y nunca comentar actividades revolucionarias con otrxs detenidxs, pues puede haber delatores entre ellxs.
Ante las torturas: hay que tener presente que el enemigo utiliza dos tipos: física y sicológica.
La tortura física: son técnicas de agresión física directa, cruel, implementadas por especialistas policiales, militares y civiles con la finalidad de conseguir información sobre compañerxs y/o actividades. Este tipo de tortura busca hacer de unx individux libre unx esclavx, de unx individux sano unx enfermx y de unx militante políticx una persona destruida. Ante esto, la resistencia física y psicológica es fundamental, el escándalo simulando excesivo dolor es una técnica para contrarrestar la tortura, la mentira para mitigar el dolor es aplicable pero solo para desviar al enemigo del objetivo real. También se debe buscar contacto con familiares y abogados y así denunciar las torturas.
Tortura sicológica: es por esencia persuasiva y se caracteriza porque en ella se destaca un individuo (que puede salir de entre el conjunto de torturadores físicos) que utiliza un lenguaje amistoso, conciliador, el gesto humanitario con el fin de buscar información rápida (la típica imagen del “policía bueno” que quiere ayudar y el “policía malo” que quiere agredir). Este tipo de tortura es la más peligrosa porque crea confusión en el individuo y en compañerxs que no posean adecuada información sobre estos temas. Esta técnica busca el arrepentimiento, donde los ofrecimientos comprenden dinero, libertad, estudios, bienestar personal o familiar, nueva identidad, etc. La tortura sicológica intimidatoria busca también conseguir que el individuo se desespere mediante la amenaza simulada o directa tanto del detenido como de la familia (que pueden también ser detenidos en forma temporal, hostigados o amenazados); este tipo de tortura pasa generalmente por una fase inicial donde se indica al detenidx que la detención ha sido causa de una delación. En tal caso, hay quienes recomiendan que ante la certeza de una delación, se debe desacreditar la versión del delator.
Para no caer en la trampa psicológica que nos tiendan, es necesario siempre manejar coartadas para justificar cosas que el enemigo imputa, con la base de que toda coartada debe ser verificable y no debe dar pie a preguntas que no podamos contestar o que involucre que la represión se dirija a otros espacios o compañerxs en lucha. Recordar que una mentira (que no es lo mismo a una coartada) siempre trae más preguntas hechas por el enemigo. Por ejemplo, si nos muestran fotos de seguimientos a nosotrxs mismxs, hay que reconocer solo lo evidente, nada más.
III) Conspirando contra el poder…breve reseña sobre la seguridad revolucionaria. Algunos consejos prácticos.
Cuando decidimos enfrentarnos a la maquinaria del poder y pasar a la ofensiva atacando todas las estructuras que conforma nuestro enemigo: policias, instituciones, estructuras ideológicas y físicas, etc. debemos asumir que la tarea no es un juego ni algo sin mucha importancia. Es algo complejo, pero no por ello imposible de realizar. Como se mencionó anteriormente el enemigo es frio y meticuloso, está dotado de gran infraestructura y medios para aplastar cualquier experiencia de rebelión, por lo que debemos asumir con seriedad y seguridad lo que voluntaria y autónomamente decidimos.
Es un hecho que la inmensa mayoría, la casi totalidad de los golpes sufridos por los/as individuos revolucionarias/os en la lucha vienen de ERRORES PROPIOS que el enemigo ha sabido aprovechar, de problemas de seguridad no determinados a tiempo, mal resueltos o de forma incompleta. De ahí la importancia de conocer y desarrollar en nuestro accionar algunos consejos o normas de seguridad para el trabajo revolucionario, pues nos permite realizar de manera segura y responsable todas las acciones dirigidas a combatir el poder, así como también nos permite proteger nuestra integridad personal como revolucionarios/as.
Algunos errores que han terminado en detenciones o golpes represivos han sido cometidos por compañerxs que no han conocido métodos básicos sobre seguridad. Otrxs han caído a través de la historia conociendo incluso de memoria formas y métodos básicos de seguridad como los que se expondrán a continuación, lo que demuestra que la esencia de y un trabajo de seguridad revolucionario no esta en los métodos ni en las formas mismas, sino que en la convicción y responsabilidad de cada unx de nosotrxs como parte de la lucha. En esto no debemos jamás confundirnos. Solo si alcanzamos una claridad absoluta sobre lo que decidimos emprender (lucha revolucionaria, ofensiva y permanente), y ponemos en practica estos consejos de seguridad, haciéndolos hábito en nuestras vidas, éstos tendrán un real e importante papel en el cumplimiento de nuestros objetivos. Claro está que nada ni nadie garantiza nuestro “triunfo”, no está escrito ni asegurado por alguna ley histórica, solo depende de nuestro compromiso, convicción y seriedad con que asumimos la lucha revolucionaria el que cada uno de nuestros objetivos puedan ser cumplidos.
Sabemos que el enemigo es frio y despiadado, nunca debe ser subestimado,tampoco mitificado. La diferencia entre lograr nuestros objetivos y no cometer errores frente a él, la construimos nosotrxs, desarrollando una mentalidad y práctica conspirativa, con métodos y medidas de seguridad reales, concretos y diarios y no memorizando métodos y formas que no se aplican con consecuencia.
Aportes a la lucha revolucionaria: medidas de seguridad en lo personal y en las acciones.
No queremos parecer tontxs graves pero… la seguridad también es una herramienta política y revolucionaria si sabemos utilizarla y la ponemos en práctica, pues cuando nos golpea el poder por desconocer o no poner en práctica medidas de seguridad, las consecuencias no son solo personales o colectivas sino que a muchas tambien pueden tener efectos políticos y represivos en personas que ni siquiera conocemos. El enemigo utiliza y manipula la información utilizando estos golpes para influir negativamente en la conciencia y moral de otrxs revolucionarixs y de la población total, reafirmando su imagen de invencible y levantando la moral de quienes defienden al poder.
Tambien cada golpe que sufrimos da argumentos a aquellos sectores que condenan o han hecho abandono de la lucha frontal y radical contra el sistema, quienes están dispuestos a seguir condenando y aislando de la realidad la acción ofensiva. De esta manera las medidas de seguridad son un elemento muy importante, pues como se señaló anteriormente si los desarrollamos con responsabilidad y compromiso esto conlleva a la permanencia y desarrollo de nuestra lucha y de nosotrxs como forjadores de ésta . Cabe señalar que las medidas de seguridad son para poder llevar a cabo nuestras acciones de combate y cuidarnos en lo cotidiano (que es también un terreno de combate), no para caer en la parálisis ni en la paranoia.
A quienes lean esto, no se equivoquen, la seguridad no la convertimos en un fetiche ni en un fin en si mismo sino en un medio para continuar luchando sin caer en manos del enemigo. Son hábitos y métodos que deben estar a la altura de nuestras opciones y posibilidades pero también a la altura del enemigo poderoso al que enfrentamos. El conocimiento y utilización de medidas de seguridad es otro combate mas que damos contra el poder.
Medidas de seguridad en lo personal
A continuación nos referiremos a medidas de seguridad que si bien pueden ser aplicadas por cualquier individuo que decida enfrentarse al poder, tienen relación mas acabada con aquellxs que han decidido utilizar como estrategia de lucha métodos violentos, de ofensiva, o en palabras simples, acciones de ataque directo contra el poder (sin desconocer cada dedición y acción de nuestra vida “personal” no es algo separado de la lucha sino que se funde en ella como un campo de batalla y de propaganda individual).
No todxs deciden actuar por esta línea de ofensiva, de a.C. que quien decida tomar este camino debe tener bien claro que no es un juego. Las organizaciones político-militares existentes en Chile durante los 80 y 90, establecieran un perfil humano de sus militantes, para asegurarse que aquellos que ingresaran a las filas de la organización armada fueran individuxs serixs, lo mas «virtuoso de la clase proletaria», según la visión que tenían ellxs. En nuestro caso, como individuxs autónomxs organizadxs que no nos regimos por estructuras partidarias y jerárquicas, esta situación de control sobre los “militantes” no sucede ya sea por que la afinidad permite conocer a lxs compañerxs con lxs cuales nos organizamos, o porque nos organizamos de manera informal, sin la necesidad de proteger a nadie más que a nosotrxs mismxs y lo que hemos construido en conjunto.
Sin embargo existen ciertas actitudes deplorables que pueden llevar a alguien a entramparse continuamente con sus propias limitaciones o que pueden constituir un peligro para su entorno en lucha. Esto debe ser una preocupación y una tensión permanente para desarrollarnos en la autocrítica y no en la auto complacencia. Por ejemplo, actitudes como las de personas excesivamente vanidosas, mitómanas, cautivadas por el mero de aventura, fáciles de entrar en pánico, que hablan demasiado, que se consideran así mismas invencibles frente a un enemigo tonto, o que se dejan intimidar fácilmente quedando indecisxs, paralizadxs y sin audacia, que se muestran débiles frente al alcohol, las drogas o las aventuras amorosas, ansiosxs de figuración, status o beneficios materiales, esto por nombrar algo, sin querer herir a nadie. Nuestros criterios los fijamos nosotrxs mismxs, lo importante es ser sincerxs y humildes al momento de actuar y de organizarce solx o en grupo, asumiendo según nuestras capacidades y habilidades tareas y/o compromisos donde nuestras virtudes aporten y donde nuestros defectos sean trabajados para superarlos para que en ningún caso sean un riesgo o un peligro. Nadie es perfectx, pero queremos hacer las cosas de la mejor manera posible y con la mayor consecuencia entre lo que hablamos y lo que hacemos.
Aconsejamos:
– No dar a conocer nuestra participación en la lucha revolucionaria violenta, pues nunca sabemos quien puede delatarnos o hablar mas de la cuenta, es bien sabido que personas comentan dichas acciones para hacerse lxs interesantes e importantes. Es importante siempre tener una coartada o manto, que encubra nuestras actividades ilegales. Importantes también que esta coartada sea creíble y verificable.
– Tratar de no informar con nuestra apariencia sobre nuestra actividad revolucionaria.
– No portar documentos comprometedores, como instructivos y comunicados de acciones, y de ser así hacerlo correctamente camuflados (no debe ser llamativo ni dar pistas en caso de caer en manos equivocadas).
– Tratar de no realizar anotaciones personales comprometedoras en libretas o cualquier documento, ni siquiera en libros. Potenciar la memoria
– No visitar con frecuencia los mismos lugares para reunirse a planificar acciones, tratar en lo posible que los encuentros sean en horarios y lugares diferentes, siempre justificando cada encuentro con una coartada creible.
– En los encuentros o juntas no llevar celulares ni dispositivos tecnológicos que funcionen como trasmisores de sonido o que puedan delatar el lugar donde se realiza el encuentro (pueden funcionar como micrófonos o geo-posicionadores).
– Usar claves o códigos para las comunicaciones vía telefónicas o virtuales. Si bien es sabido que lo recomendable es no utilizarlas, en ocasiones se debe hacer por lo que se debe prever tal situación y crear un código simple que no levante sospecha y que sirva para comunicarse.
– Mantener limpio el lugar donde se vive. Tanto ropas, inmuebles, libros papeles, etc. debemos recordar que ahora todo puede ser pasado por trazas de algún material químico peligroso hasta el smog de la ciudad, así que es recomendable tener todo limpio.
– Realizar periódicamente limpiezas en el hogar. Es común que acumules papeles e información que muchas veces son innecesarias pero que si caen en manos del enemigo, pueden servir como pruebas para crear algún montaje. Lo ideal es quemarlas con pinzas, y pisar las cenizas y no arrojarla a la basura de nuestra casa, pues si nos están siguiendo o tenemos un punto fijo fuera de nuestro hogar se sabe que la policía revisa incluso los papeles del baño .
– Habituar a lxs vecinxs de nuestra casa a nuestra presencia y no levantar sospechas. Aunque muchas veces no nos agraden nuestrxs vecinxs, es recomendable tener una rutina lo mas normal posible dentro del barrio, no es necesario que seamos amigxs de ellos, con un saludo puede bastar.
– Emplear al máximo la memoria, ya sea para recordar nombres, direcciones, lugares y horarios de encuentros, como también rostros y patentes de vehículos sospechosos o policiales en caso de un posible seguimiento.
– Ser puntuales. Algunas veces la impuntualidad no permite que actividades que ni siquiera son ilegales o clandestinas, como mitings o marchas, no se realicen o tarden en empezar debido a que la impuntualidad es algo que lamentablemente muchos aceptan como algo normal. En todo lo que concierne a una acción, la puntualidad puede determinar el éxito en su planificación, desarrollo y en mantener la integridad de quienes participan en ella.
– No visitar lugares conflictivos antes de una acción. Esto se aplica cuando vamos a participar de una acción o estamos siendo seguidos por la policía, ya que siempre se debe evitar ser controlado interrogado que son “gratuita” e innecesariamente.
– Observar siempre quienes están a nuestro lado, que autos son o no de nuestro barrio etc. conocer nuestra cotidianidad y los elementos que la componen es muy necesario para identificar posibles seguimientos policiales, ya que así sabremos inmediatamente cuando se presente un elemento anómalo.
– En caso de ser seguidxs, es recomendable regresar a una hora prudente a casa, es sabido que autos sin patentes o de civil han recibido a compañerxs en el camino a casa a altas horas de la madrugada en donde se esta expuesto a secuestros o detenciones fugases.
– Tomar medidas de alerta al primer indicio de un problema de seguridad, por muy pequeño que este sea.
– Tener una retaguardia o infraestructura personal de emergencia desconocida por el resto de las personas pero conocida por nuestrxs compañerxs de acción. En caso de que se presente una orden de captura y detención o elegir pasar rápidamente a la clandestinidad, debemos contar con infraestructura de emergencia que nos permita asegurarnos emprender un plan mas seguro. La infraestructura (conocimientos técnicos y adquisición de medios materiales que apoyan la lucha) es una necesidad para no caer en manos del enemigo.
– Reflexionar sobre nuestro accionar cotidiano y verificar si existen negligencias de seguridad y enmendarlas.
Por ultimo, como forma de enfrentar la vida, se recomienda siempre excluir de la actividad revolucionaria la pose, la actitud “conspiradora”, los aires de misterios. Una gran virtud de unx revolucionarix es la sencillez y el desprecio por toda pose, incluso la “revolucionaria” y “conspiradora”. Unx revolucionarix no realiza sus actividades porque sean divertidas o interesantes. Lo hace porque ha comprendido la causa que le mueve, sus fines y medios, sabiendo, sea de manera conciente o no tanto, que de sus actividades depende el transcurso de la historia y su permanencia en la calle junto a sus compañerxs y seres queridxs. Este texto no contiene recetas sensacionales sobre el trabajo conspirativo. Son apenas reglas elementales. El buen sentido bastaría para sugerirlas. Pero, desgraciadamente, experiencias amargas demuestran que su enumeración no es en vano. La imprudencia de lxs revolucionarixs es siempre el mejor auxiliar de la policía.
Medidas de seguridad en caso de seguimientos y en lo operativo (acciones)
Al momento de hablar de atacar al poder y todas las estructuras materiales o inmateriales que lo sustentan, debemos tener en claro ciertos conceptos de suma importancia. Uno de esos conceptos es el de “conspiración”, es decir pensar y actuar con el objetivo permanente de destruir el poder. La mentalidad conspirativa nos debe acompañar siempre, nunca debemos olvidar que por decidir pasar a la ofensiva somos y seremos perseguidxs, que cuando decimos “estamos en guerra”, es real y no un juego de apariencias. La represión, los hostigamientos, la muerte y el asesinato de revolucionarixs han sido y son un hecho real; de ahí la importancia de comprender que la acción conspirativa va acompañada de métodos de seguridad y que estos forman parte de la lucha revolucionaria.
Las medidas de seguridad varían de acuerdo a quienes las utilizan y para qué se utilizan, siguiendo ese criterio, ahora veremos algunas medidas de seguridad personal en caso de seguimiento y medidas de seguridad operativas, propias de las acciones que el individuo o grupo decide llevar a cabo.
Las siguientes medidas o métodos de seguridad son un consejo, un intento de socializarlos, no pretenden ser excluyentes ni exclusivos, cada unx los toma, los deja o los enriquece con su propia práctica.
Los seguimientos
Anteriormente, en el apartado sobre cómo funciona la represión, se explicó como la policía realiza un chequeo (seguimiento), a continuación se explicará cómo realizar un “contra chequeo”, es decir, quitarse el seguimiento. Cabe señalar que esta medida sirve para verificar un seguimiento, ya sea en forma preventiva, así como también para llegar “limpix” a una junta o acción a realizar. El contra chequeo, corresponde a una serie de medidas que utiliza el individuo revolucionario, con el fin de detectar el chequeo y neutralizarlo de manera metódica y efectiva. Estas medidas se deben convertir en un hábito natural, que deben ser enriquecidas por nuestra capacidad imaginativa y creadora.
Cualidades y conocimientos necesarios para aplicar el contra chequeo:
– Conocimiento, dominio de las características del lugar donde se desarrolla nuestra actividad: el campo, la ciudad, nuestro barrio, etc.
– Conocimiento de la forma y los métodos de operar que tiene el enemigo a su alcance.
– Conocimientos de los medios técnicos utilizados por el enemigo.
– Buena capacidad de observación y memoria visual.
– Iniciativa y agilidad mental.
– Capacidad de adaptarse al medio y facilidad para relacionarse con las personas del lugar.
– Buenas condiciones físicas.
– Autocontrol.
Lugares y acciones adecuadas para el contra chequeo:
La base del trabajo de contra chequeo esta en el plan de ruta que debe realizarse al cumplir cualquier actividad revolucionaria que lo estime conveniente. Son lugares apropiados a considerar en el plan de ruta:
– Al salir de la casa es necesario observar, quienes están al frente y a los costados, que movilidades, motos, etc. esto se debe hacer sin levantar sospecha. Todo lo que se observa se debe verificar luego de caminar unos pasos.
– Doblar las esquinas, puesto que el chequeador debe necesariamente apurarse para no perder el objetivo.
– Cruces de calles con transito a favor o sea en la misma dirección de desplazamiento. Al cruzar la calle se aprovecha de mirar la ruta hecha como que se mira la presencia de vehículos.
– Subidas y bajadas de vehículos de locomoción colectiva reteniendo en la memoria las personas que salieron al mismo tiempo, que el objetivo, dejando pasar varias locomociones y viendo quienes “tampoco tiene apuro”.
– Calles con transito en dirección opuesta a la dirección de desplazamiento para desorganizar posible seguimiento en vehículos.
– Locales comerciales que permitan mirar a los alrededores al observar la mercancía expuestas en las vitrinas.
– Mirar puestos de periódicos, a manera de observar los titulares, ver quien o quienes pueden estar detrás de nosotros, tratar de reconocer a alguien a alguna movilidad, que se vio al salir de la casa.
– Debe recordarse evitar lugares de permanente presencia de agentes de seguridad, tales como: terminales, hospitales, hoteles, bibliotecas, universidades, etc.
Lugares o acciones no recomendables para el contra chequeo
– Mirar atrás sin justificación.
– Detenerse súbitamente y volver atrás.
– Utilizar ventanales o vitrinas para mirar atrás.
– Utilizar retrovisores y espejos de vehículos de locomoción colectiva para mirar atrás.
– Cruzar calles a media cuadra.
– Subir o bajar sobrecorriendo los vehículos de locomoción.
– Subir a un microbús de manera súbita.
– Cruzar una calle y mirar al lado de donde no viene trafico.
– Volver la cabeza para mirar a una mujer/un hombre que no lo justifique.
– Detenerse a atar los cordones de zapatos.
El realizar estas acciones puede dar luces a unx posible agente encubiertx de que vamos hacia un lugar o acción “sospechosa”.
Elaboración de un plan de ruta
El plan de ruta corresponde al estudio de la ruta de desplazamiento que un individux revolucionarix efectúa con el propósito de detectar posibles chequeos o burlarlos para llegar “limpio a un lugar de reunión o acción. La ruta se puede hacer a pie o en vehículo, o combinando ambas. Es aquí donde se pone en practica lo anterior.
Se debe considerar los siguientes elementos:
Revisarse los bolsillos antes de salir, no llevar boletas, ni notas, solo lo estrictamente necesario. Se recomienda uso diminuto del papel para anotación codificada. De ser chequeado o detenido puede romperse y arrojarse al suelo de a pocos, disimuladamente.
-Planificar detalladamente todos los movimientos.
-Evitar toda violación de las medidas de seguridad.
Seleccionar los puntos de justificación, verificación y decisión con claridad y antelación. Lo mismo para los puntos de rompimiento, verificación de rompimiento y ocultamiento.
-Hacer un buen plan coherente, lógico y con plan justificación. Considerar siempre el factor tiempo, pues a la rápida no debe hacerse.
Elementos que componen el plan de ruta
– Punto de partida y lugar de comienzo de la ruta.
– Puntos de justificación. Se eligen de tres a cinco en la ruta y son los que hacen lógico nuestro itinerario. Buenos puntos de justificación son farmacias, comercio, centros de pagos, etc.
– Puntos de verificación o control. Se eligen entre mínimo dos y son aquellos que permiten verificar que no esta siendo controlado. Ya mencionamos algunos lugares adecuados.
– Punto de rompimiento o corte de “cola”: lugar previsto para perder la vigilancia enemiga y salir de la zona rápidamente. Se utiliza en caso de verificar un seguimiento y en caso de no ser así, para asegurarse aun mejor. Para ello se recomienda elegir un lugar con varias salidas, como galerías o calles con varios pasajes, sin cámaras, etc. Tambien se puede utilizar vehículos.
– Punto de verificación de rompimiento: es el lugar elegido para comprobar que ya no esta sometido a seguimiento. En algunos casos se planifica un lugar de ocultamiento donde el/la individux puede permanecer justificadamente por un tiempo determinado, a modo de enfriar la zona.
– Punto de toma de decisiones. Se elige cerca del lugar que se asiste y en donde se verifica que no existe chequeo por parte del enemigo se decide asistir al lugar que es objeto de nuestro desplazamiento.
Al elaborar un plan de ruta, se debe tener en cuenta que primero, está un punto de verificación, luego los puntos de rompimiento y verificación de rompimiento, y finalmente otro punto de verificación y el de toma de decisión. Todos ellos con puntos de justificación para hacer coherente nuestra ruta. Es bueno también elaborar una ruta de reserva, para cualquier contratiempo, ya que el objetivo es llegar sin seguimiento adonde debemos llegar. Si durante el desplazamiento se verifica seguimiento, se usa la ruta de reserva y se destinan todas las energías a romper el chequeo del enemigo. Se aconseja tomar un tiempo de mínimo dos horas y quince minutos para realizar toda la ruta (verificación-rompimiento-verificación-decisión).
Medidas de seguridad en lo operativo: Compartimentación, manto y leyenda y situación operativa.
Al momento de agruparnos para realizar una ataque, junto con poner en practica medidas y criterios de seguridad personal, también deben fijarse y poner en practica criterios y medidas de seguridad individuales y grupales. Una de las reglas mas elementales de un individuo o grupo que se organiza para el ataque es la “compartimentación”. Esto se refiere a mantener en secreto las actividades ilegales, sin dar señales a otrxs de lo que hacemos. La compartimentación la define el grupo en su conjunto, de acuerdo a sus realidades y criterios de acción y comunicación. Así, pasamos de ser grupillos de amigxs a ser compañerxs en conspiración.
Al momento de planificar y realizar una acción es aconsejable contemplar:
– Conocimiento profundo de la como se va a realizar la acción.
– Planificación rigurosa de toda la acción poniendo las dificultades que se pueden presentar.
– Elaborar planes alternativos.
– Garantizar las comunicaciones de acuerdo al plan.
– Codificar la acción.
– Destruir los documentos de la planificación de la acción antes de esta misma.
– Portar solo los materiales preparados para la acción, todos limpios, sin huellas.
– Hacer las verificaciones necesarias sobre el objetivo señalado, hasta el momento de la acción.
– Tomar todas las medidas necesarias para no dejar huellas de ningún tipo.
Todos estos elementos aconsejamos considerar al momento de realizar una acción. Es la “situación operativa” o el conjunto de elementos que conforman las características generales de un determinado objetivo sobre le cual se va a desarrollar una acción determinada. Corresponde también al estudio para la organización de una determinada acción.
Este estudio se puede clasificar, solo para ordenarse en tres ámbitos:
A) Situación operativa de la zona o territorio.
B) Situación operativa especifica de la zona o territorio.
C) Situación operativa externa e interna de un objetivo.
A) Situación operativa de la zona o territorio. El estudio comprende entre otros elementos:
– Plano físico (extensión de la zona).
– Accesos y salidas (carreteras, caminos, calles o avenidas).
– División por sectores, barrios o poblaciones.
– Características de la población que habita la zona.
– Barrios o sectores sociales diferenciados.
– Sectores industriales o comerciales.
– Centros de entretención (cines, teatros).
– Ubicación de los aparatos del Estado (ministerios, municipios, etc.)
– Ubicación del enemigo (FF.AA., policías, inteligencia), sistema de patrullaje y control.
B) Situación operativa especifica de la zona o territorio. Se refiere al conocimiento concreto del lugar donde se desarrollara una acción. Sus estudios comprenden:
– Esquema del lugar u objetivos (mapas, planos, maquetas, videos, fotos, dibujos, etc.)
– Enemigos que pueda existir y su ubicación.
– Composición social de sus habitantes.
– Características de la construcción.
– Calles, caminos, avenidas, accesos en general.
– Otros elementos de interés al objetivo de la acción.
C) Situación operativa externa e interna de un objetivo. Es el estudio del lugar planificado en si, lo que existe al frente, a los lados, atrás, en el interior. Este estudio comprende:
– Esquema del objetivo.
– Elementos o agentes que pudieran actuar al momento de la acción.
– Habitantes del lugar, sus posibles reacciones.
– Ubicación de controles, puntos de escape.
– Alarmas, cámaras existentes y su utilización.