[Traducido por Sin Banderas Ni Fronteras desde RadioFragmata]
No vine a esta corte para disculparme. No estoy de pie en falta ante ustedes porque no me he arrepentido de nada. Si mil veces volviera el tiempo atrás, la decisión sería la misma. El deseo de libertad no puede ser llevado a juicio ni puede ser encarcelado.
Soy anarquista revolucionaria, miembrx de la Conspiración de Células del Fuego y junto con mis compañeros tomamos la responsabilidad desde el momento en que fuimos arrestadxs. Al igual que sucedió entonces, la organización tomó la responsabilidad de nuestro plan de fuga de la prisión desde las celdas de la democracia y de todo lo necesario para ponerlo en práctica.
La Conspiración de Células del Fuego no está siendo juzgada por primera vez dentro de estas salas especiales, ya que la acción de C.C.F constituye una parte viva de la historia de las organizaciones revolucionarias armadas que aún continúa.
Este juicio político es la respuesta de la dominación con el fin de enterrar a su propia respuesta práctica que es el conflicto armado que hemos elegido. En el monopolio de la violencia sádica de la autoridad, la guerrilla urbana anarquista es nuestra propia respuesta indispensable.
En los tiempos del totalitarismo, donde la autoridad ha penetrado en todos los aspectos de la existencia individual, lo que prevalece hoy en día es un vasallaje tradicional, una esclavitud aterciopelada que se ha bautizado como democracia y pasa de generación en generación como una tradición.
Si en dictadura se solía imponer el toque de queda, hoy en día la democracia otorga 1 kilometro de libertad a Evi Statiri y el destierro en Salamina para Athena Tsakalou. Las persecuciones de familiares de presxs políticxs como ocurrió en los casos de Christos Polidoro, Athina Tsakalou y Evi Statiri son una repetición de las prácticas fascistas que fueron impuestas por la junta militar contra lxs familiares de lxs presxs políticxs.
Si en algún momento fue el miedo a las cadenas de hierro, ahora las jaulas de oro del consumo, los falsos deseos y las necesidades artificiales son elegidos de manera voluntaria.
Si en algún momento había censura, hoy nuestras pantallas están llenas de desinformación, mentiras, distorsión y la ocultación selectiva de hechos en nombre de la libertad de expresión. Los gendarmes militares fueron reemplazados por el MAT democrático (policía antidisturbios griega), con el fin de defender los símbolos y los detentatores del poder. Los tanques fueron reemplazados por los bancos para la preservación de los intereses del capital con el fin de establecer la tiranía económica.
Estas prácticas de totalitarismo y los juegos de terror de la represión han formado la vida en una sociedad que está siendo gobernada por el terrorismo sin fin de los mecanismos del Estado.Toda resistencia moderada es ineficaz. La recuperación de la libertad será sólo a través de la violencia revolucionaria. Por esta razón, la elección de la lucha anarquista, de la violencia armada, es más oportuna que nunca.
Mi elección de escapar fue y es todavía una opción política consciente. Es un acto de guerra con el fin de continuar con lo que he empezado. Para la continuación de la acción revolucionaria de la Conspiración de Células del Fuego.
Además, ya he escapado de su moralidad hipócrita, de las restricciones y reglas, de su civilización que huele a derrotismo y a muerte. El camino del ataque constante es la ruta que he elegido y no tiene boleto de regreso.
Sin tregua. Sin arrepentimiento.
Olga Economidou,
Miembrx de la Conspiración de Células del Fuego / FAI-FRI