[Traducido por Sin Banderas Ni Fronteras desde Traces of Fire]
Hay muchas veces donde la dura conciencia de nuestra debilidad para expresarnos como lo hubiéramos querido viene con su semblante ditirambico de ganador estrechando nuestros corazones. Siempre nos irritó limitar nuestra manifestación de deseos y más aun dejarlos atrapados en tinta en un trozo de papel transformándolos en palabras que se repiten tantas veces que su poder comienza a desvanecerse por la carga de esta casi típica repetibilidad. Pero también hay algunas palabras que no importa cuánto se desgastan por su uso repetido y que siguen siendo radiantes por el brillo que el compañerismo les entrega. Palabras que te dan fuerza, que dan sonrisas a nuestros rostros, que rompen la soledad presionera. Palabras como solidaridad.
Por supuesto, hubiéramos preferido que estas palabras estuvieran acompañadas por la fuerza vital de una acción, un ataque, la intensidad de un fuego en la oscuridad, el sonido de una explosión, el giro de una bala en un cañón. Y aunque la realidad gris del cautiverio nos priva de opciones y oportunidades como esas, queremos al menos esperar que el calor de nuestras palabras pueda entregar un poco de la fuerza de nuestros sentimientos para que nuestrxs compañerxs encarceladxs en el extranjero sientan el poder de la solidaridad que sentimos por ellxs.
Así estamos escribiendo para nuestros hermanos y hermanas anarquistas en Chile que están retenidos como rehenes de la justicia acusadxs por el ataque incendiario a un departamento de investigación policial en noviembre de 2014, también conocido como el caso PDI, cuyo juicio se espera comience después de otro aplazamiento el día 28/11. María, Natalia, Amaru y Felipe, nuestros pensamientos están con ustedes y les deseamos con nuestro corazón que tengan fuerza durante su juicio. Esperamos que los horribles días de cautiverio pronto sean un pasado desagradable que dejar atrás.
También escribimos para nuestros hermanos y hermanas anarquistas de Italia que fueron arrestadxs y acusadxs en el marco de la Operación Scripta Manent y especialmente para el compañero y miembro de la célula FAI-Olga, Alfredo [Cospito], así como para la compañera Anna, quienes últimamente ganaron su lucha para poner fin a las condiciones de aislamiento especiales que se les impusieron. Una lucha usando sus propios cuerpos como peón y barricadas, ya que han arriesgado sus vidas a través de la huelga de hambre. Queremos expresar de todo corazón nuestra felicidad por su victoria, que puede parecer pequeña para algunas personas pero para nosotrxs significa todo desde que nosotrxs mismos hemos pasado por opciones similares. Además, victorias como éstas, a pesar de ser pequeños puntos en el mapa de la percepción de liberación total de un/x prisionerx, al mismo tiempo no cesan de ser «respiros de libertad» en un ambiente ya sofocante.
Así que desde dentro de nuestras celdas enviamos esta señal de solidaridad y al mismo tiempo hacemos un guño a todxs los compañerxs que soportan el tormento del cautiverio por la elección que hicieron en la lucha contra la dominación. Ahora sabemos por experiencia que cuando la solidaridad es genuina y auténtica puede escapar del papel carente de alma para recorrer miles de kilómetros y golpear a través de cercas y muros para dar calor a los corazones de lxs presxs, recordándoles que no están solxs. Que alguien más, cercanx o lejanx, está pensando en ellos, preocupándose por ellxs, sintiendo las acciones que se tramposamente les atribuyeron o las acciones que orgullosamente reclamaron como parte de la geografía general de la lucha anarquista contra la autoridad. Esto por sí mismo es suficiente para llenar de fuerza a un/x prisionerx políticx, prestarle un levantamiento mental y fortalecer su resiliencia. Esta es la única forma en que la solidaridad cumple su propósito, que no es otro que formar de una manera u otra, una grieta del tiempo en cautiverio.
Los miembros de Conspiración de Células de Fuego – FAI / IRF
Michalis Nikolopoulos
Harris Hatzimichelakis
Damianos Bolano
Panagiotis Argyrou
Theofilos Mavropoulos
Hay muchas veces donde la dura conciencia de nuestra debilidad para expresarnos como lo hubiéramos querido viene con su semblante ditirambico de ganador estrechando nuestros corazones. Siempre nos irritó limitar nuestra manifestación de deseos y más aun dejarlos atrapados en tinta en un trozo de papel transformándolos en palabras que se repiten tantas veces que su poder comienza a desvanecerse por la carga de esta casi típica repetibilidad. Pero también hay algunas palabras que no importa cuánto se desgastan por su uso repetido y que siguen siendo radiantes por el brillo que el compañerismo les entrega. Palabras que te dan fuerza, que dan sonrisas a nuestros rostros, que rompen la soledad presionera. Palabras como solidaridad.
Por supuesto, hubiéramos preferido que estas palabras estuvieran acompañadas por la fuerza vital de una acción, un ataque, la intensidad de un fuego en la oscuridad, el sonido de una explosión, el giro de una bala en un cañón. Y aunque la realidad gris del cautiverio nos priva de opciones y oportunidades como esas, queremos al menos esperar que el calor de nuestras palabras pueda entregar un poco de la fuerza de nuestros sentimientos para que nuestrxs compañerxs encarceladxs en el extranjero sientan el poder de la solidaridad que sentimos por ellxs.
Así estamos escribiendo para nuestros hermanos y hermanas anarquistas en Chile que están retenidos como rehenes de la justicia acusadxs por el ataque incendiario a un departamento de investigación policial en noviembre de 2014, también conocido como el caso PDI, cuyo juicio se espera comience después de otro aplazamiento el día 28/11. María, Natalia, Amaru y Felipe, nuestros pensamientos están con ustedes y les deseamos con nuestro corazón que tengan fuerza durante su juicio. Esperamos que los horribles días de cautiverio pronto sean un pasado desagradable que dejar atrás.
También escribimos para nuestros hermanos y hermanas anarquistas de Italia que fueron arrestadxs y acusadxs en el marco de la Operación Scripta Manent y especialmente para el compañero y miembro de la célula FAI-Olga, Alfredo [Cospito], así como para la compañera Anna, quienes últimamente ganaron su lucha para poner fin a las condiciones de aislamiento especiales que se les impusieron. Una lucha usando sus propios cuerpos como peón y barricadas, ya que han arriesgado sus vidas a través de la huelga de hambre. Queremos expresar de todo corazón nuestra felicidad por su victoria, que puede parecer pequeña para algunas personas pero para nosotrxs significa todo desde que nosotrxs mismos hemos pasado por opciones similares. Además, victorias como éstas, a pesar de ser pequeños puntos en el mapa de la percepción de liberación total de un/x prisionerx, al mismo tiempo no cesan de ser «respiros de libertad» en un ambiente ya sofocante.
Así que desde dentro de nuestras celdas enviamos esta señal de solidaridad y al mismo tiempo hacemos un guño a todxs los compañerxs que soportan el tormento del cautiverio por la elección que hicieron en la lucha contra la dominación. Ahora sabemos por experiencia que cuando la solidaridad es genuina y auténtica puede escapar del papel carente de alma para recorrer miles de kilómetros y golpear a través de cercas y muros para dar calor a los corazones de lxs presxs, recordándoles que no están solxs. Que alguien más, cercanx o lejanx, está pensando en ellos, preocupándose por ellxs, sintiendo las acciones que se tramposamente les atribuyeron o las acciones que orgullosamente reclamaron como parte de la geografía general de la lucha anarquista contra la autoridad. Esto por sí mismo es suficiente para llenar de fuerza a un/x prisionerx políticx, prestarle un levantamiento mental y fortalecer su resiliencia. Esta es la única forma en que la solidaridad cumple su propósito, que no es otro que formar de una manera u otra, una grieta del tiempo en cautiverio.
Los miembros de Conspiración de Células de Fuego – FAI / IRF
Michalis Nikolopoulos
Harris Hatzimichelakis
Damianos Bolano
Panagiotis Argyrou
Theofilos Mavropoulos