La violencia anticlerical se ha desatado con fuerza en el último tiempo como una expresión más de conflicto anárquico contra el poder y toda bastarda autoridad. Las repercusiones han sido varias, los políticos vociferan imponer nuevas leyes y mano dura para quienes ataquen el orden y los símbolos del capital. La prensa cumple su rol de difamación y discurso de paz social, en definitiva pro-gobierno. La ciudadanía, los borregos reprochan todo sin cuestionarse ni sus podridas vidas esclavizadas y los religiosos lloran como siempre mostrándose como los buenos de la película.
Extendemos y reivindicamos la violencia anticlerical porque vemos a la iglesia como una pieza más de dominación, la cual es demostrada con influencias en las políticas de control social. Incentivando al poder a imputar nuevas leyes de castigo y moralidad fascista los cuales son reafirmados por discursos vanos amparados en un falso e inexistente dios que la gente cree sin cuestionamientos por una vida impuesta que terminaría en un paraíso celestial. ¿Quién puede creerse tal cuento? Vaya mierda.
Como una expresión de mínimo guiño antiautoritario en respuesta al llamado internacional por lxs presxs de larga condena la noche del 14 de junio camuflados por la niebla tétrica que cayó en la asquerosa ciudad santiaguina manchamos con tintas dos templos de pedofilía, dinero y delincuencia, dejando el rayado “contra toda autoridad: anarkía”.
Toda nuestras fuerzas para Kevin Garrido y Joaquín García, y los subversivos Marcelo Villarroel, Freddy Fuentevilla y Juan Aliste. Lxs insurrectxs no los olvidamos.
Con Mauricio Morales y Sebastián Oversluij presentes en cada acto vandálico.
¡Ataque constante contra la moral religiosa!
¡Solidaridad y fuerza a lxs presxs!
¡La guerra social no la detiene ni dios!
Círculo Vandálico Sebastián Oversluij